En este artículo presento una forma de clasificar a las personas según su temperamento y carácter que las hace únicas. Para ello sigo la teoría de esquemas de Young que pese a su utilidad e importancia pienso que no disfruta de toda la difusión que se merece. También te ofrezco un guión descargable para tu uso personal.
La teoría de esquemas clasifica a las personas según una serie de dimensiones definidas por los diferentes esquemas disfuncionales que dan forma a su carácter.
Para entender esto hay que explicar que lo que entendemos por esquema del carácter constituye un patrón psicológico que siempre está presente, y que lo componen las siguientes cuatro dimensiones: recuerdos, emociones, pensamientos y sensaciones corporales. Estas dimensiones se refieren siempre a uno mismo y a las relaciones de cada uno con los demás. Además, se desarrollan durante las primeras épocas de la vida, siendo muy determinante la infancia vivida y también la adolescencia. Estos patrones se siguen elaborando a lo largo de toda la vida pudiendo predisponer a muchos problemas psicológicos.
Por otro lado, el temperamento se entiende conformado por una serie de dimensiones o rasgos, que en gran medida son innatos, y que son muy difíciles de modificar solamente con intervenciones psicológicas. En realidad son los avatares de la vida misma y las propias circunstancias quienes terminan moldeando el temperamento de las personas en la mayoría de los casos.
Clasificar y encuadrar a los demás en este tipo de ordenaciones artificiales, por muy basadas que estén en cualquier teoría, son acciones que deben emprenderse con cautela. La realidad es muy rica y siempre supera cualquier sistema de “cajones” preestablecido. De todos modos, aún con las reservas necesarias, que deben ser muchas, es evidente que todos clasificamos a los demás de forma inconsciente en los estereotipos particulares de nuestro sistema personal de categorías. Si esto es así, no estaría de más contrastarlo con lo que dice la investigación, y esto es lo que estamos haciendo con esta clasificación ideada por Young en el seno de la psicología cognitiva.
Clasificación de las personas por su temperamento y carácter.
Clasificación por el temperamento:
Según su temperamento, cada una de las personas se pueden ordenar básicamente en siete dimensiones temperamentales que son las siguientes:
Lábil frente a no reactivo
Melancólico frente a optimista
Ansioso frente a calmado
Obsesivo frente a distraído
Pasivo frente a agresivo
Irritable frente a alegre
Vergonzoso frente a sociable
Cada persona puede pertenecer a más de una dimensión, y hay dimensiones que marcan especialmente el carácter de cada individuo. No es difícil imaginar a alguién, por ejemplo, ansioso, distraído e irritable. Por ejemplo todos conocemos a algún melancólico, calmado, pasivo y vergonzoso. Siempre podemos encuadrar a alguién en varias categorías, y siempre hay alguna que lo define especialmente.
Clasificación de las personas por el carácter.
Continuando con esta clasificación de temperamento y carácter, paso a describir las dimensiones de la teoría de esquemas que definen lo que se denominan los esquemas precoces desadaptativos.
Dimensión de desconexión y rechazo.
- Estas personas son incapaces de establecer apegos seguros y satisfactorios con otros.
- Creen que sus necesidades no serán satisfechas.
- Sus familias de origen fueron inestables, o abusadoras, o con tendencia al rechazo o aisladas del mundo social.
- Suelen evitar relaciones próximas.
- Tienden a las relaciones autodestructivas.
- La relación terapéutica establecida es muy importante para tratarlos.
1 Abandono/inestabilidad. Sensibles al abandono, les preocupa que los abandonen o los dejen de lado sus seres significativos.
2 Desconfianza/abuso. Piensan que los demás les engañarán o les traicionarán. Ven malas intenciones.
3 Privación emocional. Creen que sus necesidades de apoyo emocional no serán satisfechas por los demás y que sufrirán privaciones de cuidados, de empatía o de protección.
4 Imperfección/vergüenza. Tienen sentimientos de que uno es imperfecto o inferior en algo. Son muy sensibles a las críticas y al rechazo. Las imperfecciones se manifiestan en lo privado en forma de egoísmo, conducta sexual inapropiada o agresividad. También en lo público, con un aspecto físico indeseable o con incomodidad social.
5 Aislamiento social/alienación. Tienen sentimientos de bicho raro y de estar aislados del mundo. También puedentener sentimientos de no pertenencia a ningún grupo.
Dimensión de deterioro en autonomía y ejecución.
- Presentan problemas de expectativas sobre ellos y sobre el mundo que les impiden separarse de sus personas de referencia.
- Son personas sobreprotegidas por sus padres.
- No se les ha reforzado la iniciativa de autonomía o se les ha censurado.
- No son capaces de fijarse objetivos personales ni de dominar sus propias destrezas.
6 Dependencia/incompetencia. Creen que no serán competentes en sus juicios, decisiones o iniciativas sin ayuda de los otros. Suelen mostrar indefensión.
7 Vulnerabilidad al peligro o a la enfermedad. Sienten miedos exagerados. Son sensibles a las catástrofes de tipo médico (perder la salud), psicológicas (tener problemas psicológicos), y externas (que se estropeen cosas, que le agredan, que ocurran desgracias).
8 Apego confuso/yo inmaduro. Se implican excesivamente con otros significativos. Insuficiente identidad individual. Sentimientos de vacío y falta de sentido de las cosas.
9 Fracaso. Sentimientos de fracasados, de perdedores. Sentimiento de minusvaloración de las capacidades e ineptitud.
Dimensión de límites deficitarios.
- No han desarrollado límites internos de autodisciplina y la reciprocidad.
- Problemas para respetar a los otros y comprometerse.
- Aparentan ser egoístas, caprichosos y malcriados.
- Sus familias normalmente fueron permisivas y no se esforzaron en enseñarles a controlarse y a respetar a los demás.
- De adultos tienen problemas para demorar las gratificaciones y reprimir sus impulsos.
10 Grandiosidad/autorización. Son personas que suelen creerse superiores, por encima de las normas de reciprocidad sociales. Piensan que deben tener lo que desean a costa de los demás. Son excesivamente competitivos, poco empáticos y poco interesados en las necesidades de los demás.
11 Insuficiente autocontrol/autodisciplina. No toleran los inconvenientes a sus objetivos, y son evitativos de incomodidades, de dolor, de conflictos, de confrontaciones y de responsabilidades. Todo ello a expensas de su satisfacción o integridad personal.
Dimensión de quienes viven dirigidos por las necesidades de los demás.
- Se vuelcan excesivamente en los demás por encima de sus necesidades.
- A menudo no son conscientes de sus propios sentimientos.
- De niños no pudieron seguir sus propias inclinaciones.
- De adultos se guían por las necesidades y deseos de los demás.
- Los adultos valoraban más las apariencias sociales que las necesidades de los niños.
12 Subyugación. Ceden al control ajeno para evitar consecuencias de ira, represalias o abandono. Las dos formas de subyugación son: de necesidades, preferencias y deseos, y, por otro lado, subyugación de emociones suprimiendo las propias emociones como la ira. Paralelamente sufren consecuencias tales como síntomas desadaptativos, conductas pasivo-agresivas, estallidos de malhumor incontrolados, síntomas psicosomáticos, sensación de que su vida es “interpretar un papel”, abusar de sustancias…)
13 Autosacrificio. Sacrifican sus necesidades por las de los demás. Se sienten culpables por percibirse como egoístas. Son sensibles al dolor de los demás. A veces sienten resentimiento hacia los que atiende porque no satisfacen a su vez sus necesidades.
14 Búsqueda de aprobación/búsqueda de reconocimiento. Necesitan aprobación constante y reconocimiento. Su estima depende de las reacciones de los demás. A veces ponon mucho énfasis en las apariencias, estatus, aceptación social, como indispensables para obtener admiración y aprobación social. Son muy sensibles al rechazo.
Dimensión de sobrevigilancia e inhibición.
- Son personas que reprimen bien sus impulsos y emociones.
- Tienen reglas rígidas internas a expensas de su felicidad, relajación y buena salud.
- Tuvieron infancias tristes, reprimidas y estrictas.
- De niños no se les animó a jugar y a sentir placer y felicidad.
- Fueron niños hipervigilantes a lo negativo.
- Son pesimistas, preocupados y en constante alerta.
15 Negatividad/pesimismo. Viven muy centrados en temas negativos (enfermedad, problemas, muerte, conflictos, problemas no resueltos, traiciones, etc.). Tienen expectativas de que las cosas pueden ir mal o empeorar. También tienen miedo a cometer errores. Son preocupados e indecisos crónicos.
16 Inhibición emocional. Inhiben sus acciones, sus sentimientos o la comunicación para evitar cualquier desaprobación de los otros. De forma común inhiben la ira y la agresión, los impulsos positivos como la alegría o el afecto, tienen dificultad para expresar vulnerabilidades y para comunicar libremente los propios sentimientos y necesidades. Son excesivamente racionales obviando las emociones.
17 Metas inalcanzables/hipercriticismo. Tienen altos estándares internos y son muy sensibles a la crítica. Son muy críticos con ellos mismos y con los demás. Tienen problemas de deterioro del placer, de la relajación, de autoestima y con las relaciones satisfactorias.
18 Castigo. Son personas que tienen gran confianza en el recurso del castigo para todo y para todos. Suelen ser intolerantes, con tendencia a estar furiosos e impacientes con los otros y con uno mismo cuando no obran como él desea. Presentan dificultad para perdonar o perdonarse y no consideran el peso de las circunstancias. No toleran la imperfección y no empatizan con los sentimientos de los demás.
Crédito de la foto para temperamento y carácter:. Glyn Lowe Photoworks a través de Compfight cc