En el mundo del masaje llama especialmente la atención el masaje con los pies y, en especial, el masaje ashiatsu, un tipo peculiar de masaje en el que el masajista hace auténticos malabarismos con sus pies.
Este masaje, tal y como fue definido por su creadora Ruthie Hardee Piper, es un tipo especial de trabajo corporal en el que se utilizan los pies y el peso del profesional para dar un masaje completo. Precisamente su nombre proviene de las palabras japonesas “ashi” que significa pie, y “atsu” que significa presión.
Es un tipo de masaje que tiene su origen en antiguas técnicas practicadas en Filipinas e India, y que en su adaptación occidental supone que el terapeuta da un masaje con los pies desnudos, situándose directamente encima del cuerpo de la persona, con la particularidad de que se suspende de una barra sujeta al techo con el fin de reducir el peso de su masa corporal, y ajustando la presión dependiendo de la zona corporal que se esté tratando.
Está claro que es una técnica exigente a nivel técnico y que requiere un fuerte entrenamiento, porque no es fácil situarse de pie y pisar sobre una masa irregular cubierta de aceite como es el cuerpo del paciente. Es evidente que el trabajo de brazos del masajista es impresionante y requiere una gran habilidad y destreza a la hora de mover las piernas. No obstante, quienes lo practican afirman que es menos agresivo para la zona lumbar del terapeuta que las técnicas habituales, al igual que previene los problemas de manos, obviamente, porque en este caso sólo trabajan para agarrar la barra de sujección.
Podemos verlo en este maravilloso vídeo de Cristina Meehan.
Entre los objetivos más importantes deeste tipo de masaje con los pies se encuentran la reducción de síntomas de los tejidos blandos, el tratamiento de problemas crónicos musculares, e incluso normalizaciones estructurales, siempre según sus creadores.
La forma definitiva de este masaje con los pies surgió tras una serie de anécdotas acaecidas a su creadora en sucesivos viajes a Filipinas e India, lugares en los que observó técnicas de masajes similares en su esencia, y que después desarrollaría en la California en los años 80.
Al parecer, Ruthie Hardee padecía una serie de limitaciones físicas que le impedían desarrollar plenamente las técnicas de masaje sueco para las que se había preparado en su país. Su espondilosis leve y su escoliosis no le favorecían precisamente las maniobras de masaje profundo y de presión intensa que requerían ciertos pacientes, lo que agravaba su debilidad lumbar.
En cierta ocasión tuvo que dar un masaje a un hombre especialmente corpulento después de una larga jornada de trabajo. Ante el reto que ello suponía, y con el convencimiento de que aquello le iba a costar una importante lesión, procedió a situarse encima de su cliente en una valiente e ingeniosa maniobra con la que se sujetó a una estructura que pendía del techo, y con los pies desnudos procedió a masajear a un cliente que permanecía ignorante pensando que estaba siendo masajeado con las manos. Al final de la experiencia, el cliente se levantó gratamente aliviado de sus problemas y refiriendo una serie de sensaciones agradables de lo que calificó como el mejor masaje de su vida. Al parecer aquello fue el inicio de un camino que culminó con la técnica que aquí presentamos.
Una sesión de este tipo de masaje con los pies es espectacular porque supone una especie de baile en el que se combinan técnicas de masaje sueco con la presión de puntos de shiatsu. Al mismo tiempo no requiere desarrollar fuerza a la hora de aplicar presión, dado que utiliza el peso del propio cuerpo y la fuerza de la gravedad.
En cuanto a los pacientes, según afirman sus creadores, lo puede disfrutar cualquiera excepto aquellas personas afectadas de osteoporosis, enfermos del riñón, quienes padecen de problemas en la columna vertebral, evidentemente las embarazadas, personas con varices, y quienes llevan implantes como prótesis mamarias o marcapasos. Seguramente si revisamos la técnica de una forma seria y rigurosa encontraremos algunas contraindicaciones más.
¿Te animas a recibir un masaje con los pies?
Para saber más visita la página de la creadora del masaje ashiatsu www.deepfeet.com