Aunque deberíamos llamarlo biorretroalimentación, en realidad seguimos usando la palabra inglesa biofeedback para referirnos a una técnica de tratamiento que consiste, simplemente, en dar a una persona la información que su cuerpo no puede darle respecto a determinadas constantes vitales.
¿Suena raro?, pues así es. Nadie puede sentir de forma consciente aspectos tales como las propiedades eléctricas de su piel, o la actividad eléctrica de sus fibras musculares, por citar dos ejemplos, pero cuando logramos que una persona llegue a percibir estas “señales”, como las llamamos, entonces podemos conseguir que pueda controlarlas y, con ello, que pueda hacer frente a múltiples trastornos que en principio le eran incontrolables.
¿Qué tipo de señales usa el Biofeedback?
Las técnicas de biorretroalimentación miden aspectos tales como:
- la actividad eléctrica muscular
- la capacidad para conducir la electricidad de la piel
- el volumen del pulso
- la tasa cardíaca
- el ritmo y la tasa respiratoria.
- la forma en que varía la temperatura corporal
- o los patrones de las ondas cerebrales, entre las más frecuentes.
Existen otras señales que también se emplean como técnicas de biofeedback, pero se usan en contextos de laboratorio y de experimentación. Incluso se emplean en fisioterapia para tratar problemas tales como las disfunciones del suelo pélvico, pero las técnicas que he enumerado aquí se utilizan básicamente en la consulta de los psicólogos clínicos especializados en psicofisiología.
¿En qué consiste una sesión de biofeedback?
El contenido de las sesiones varía dependiendo del objetivo y de la fase del tratamiento en que nos encontremos pero, en definitiva, se trata de que el paciente se siente cómodamente con unos sensores colocados en la superficie de su cuerpo, siempre de una forma no invasiva, con el objeto de recibir instrucciones respecto a las diferentes señales.
Una sesión de biofeedback siempre tiene que resultar agradable. El psicólogo guía al paciente con unas claras instrucciones para que dirija su atención a una serie de indicaciones que aparecen en la pantalla de un monitor. El fin siempre es lograr modificar esas señales del modo en que se le indica para que con ello pueda superar los diversos problemas que le traen a la consulta. Por ello supone un entrenamiento.
¿Qué fundamento tiene todo esto?
En general, el objetivo es influir en la actividad del sistema nervioso autónomo simpático y parasimpático, ambos muy directamente ligados con alteraciones de tipo psicológico. Así, se combaten los problemas desde su vertiente fisiológica, para después hacer un trabajo paralelo a nivel de pensamientos y de comportamientos.
Es una herramienta muy útil para ayudar a la terapia, y requiere de un profesional muy experimentado y con formación específica en estas técnicas psicofisiológicas.
¿Cuántas sesiones de biofeedback son necesarias?
El biofeedback es un entrenamiento y, por lo tanto, como en cualquier faceta que se puede aprender y entrenar, depende de la capacidad para progresar de cada uno. De todos modos, a modo de orientación, los protocolos que se manejan de forma ordinaria no contemplan tratamientos de menos de 10 sesiones ni de más de 15 por lo general. De todos modos suele haber excepciones con pacientes que logran resultados con menos de 10 sesiones.
Y concretamente, ¿para qué problemas está indicado?
Desde la segunda mitad del siglo XX se han venido experimentando y usando ampliamente las diversas técnicas de biofeedback. En el momento de escribir este artículo, la investigación es inmensa en este campo y avala su uso en trastornos tan graves como:
. el dolor crónico
. la depresión
. las diferentes cefaleas
. la ansiedad
. el estrés
. el trastorno de estrés postraumático
. el asma
. el síndrome del intestino irritable
. el insomnio
. el bruxismo.
. la enfermedad de Reynaud
. los problemas musculares por tensión
. problemas de dermatitis
. y todos aquellos problemas en los que la actividad intensa del sistema nervioso simpático da origen a diversas patologías, o está implicado en ellas.
En definitiva, las técnicas de biofeedback son muy útiles y actualmente poseemos una enorme evidencia experimental de su eficacia en la clínica psicológica.
Puedes obtener más información en la Federación de Biofeedback de Europa